El artículo ¿Aparcamiento gratis? No, gracias publicado el pasado febrero en La Ciudad Viva nos llamó mucho la atención, tanto que este mes nos hemos juntado el equipo al completo para comentarlo.
¿Debe ser gratuito el aparcamiento?
¿Debe ser de pago? ¿Debe ser siempre de pago?
Estamos tan acostumbrados a ver coches pegados a las aceras de casi todas nuestras calles que ninguno nos planteamos la cantidad de metros cuadrados de espacio público que ocupan. Un espacio al que renunciamos todos para que unos pocos lo disfruten. Además, pagar por aparcar, el aparcamiento siempre de pago, contribuiría a solucionar el problema del tráfico en nuestras ciudades.
La próxima vez que te toque esperar a que el semáforo se ponga en verde entretente en contar los coches que pasan ocupados por una sola persona. ¿Te parece sustentable ese porcentaje? Si yo fuese alcalde, conseguir un transporte público funcional, económico y realmente disuasorio del automóvil particular para desplazarse por la ciudad, estaría entre mis máximas prioridades. El SkyTran desarrollado por Unimodal Systems LLC y la colaboración de la NASA, se presenta como una alternativa al transporte público tradicional. Y además tiene una pinta fantástica, entre atracción de feria y decorado de película de ciencia ficción. Yo quiero :)
El concepto original data de 1990 y fue propuesto por el ingeniero aeroespacial estadounidense Douglas Malewicki. Una especie de monorraíl con cabinas para dos personas, que utiliza para sustentarse la levitación magnética pasiva generada por electroimanes en las propias cabinas. En la práctica, algo a medio camino entre un taxi y un autobús con la independencia del metro. Si todo va según lo planeado a mediados de 2014, dentro de nada por tanto, se inaugurará el primer SkyTran en Tel Aviv. Tengo verdadera curiosidad por ver cómo resulta el experimento.
Y es que en teoría el SkyTran ofrece una serie de ventajas y soluciona una serie de problemas urbanísticos de forma aparentemente sencilla:
Es realmente rápido, podría alcanzar hasta 240 Km por hora.
Económico tanto en lo referente a su infraestructura, una guía suspendida sobre pilares o anclada a edificaciones existentes, como al precio por viaje. Tomando como fuente el proyecto de Tel Aviv enlazado arriba, su implantación costará 6 millones de dólares por Km frente a los 180 del metro tradicional; y un dólar y medio el billete, prácticamente lo que cuesta el autobús en Coruña sin la privacidad y funcionalidad del SkyTran.
Ecológico, descartar combustibles fósiles disminuye la polución ambiental, y es más, incluso podría utilizar energía solar dotando las cabinas de los captadores adecuados.
Funcional. Cabinas autónomas, sin conductor, que se manejan desde cualquier smartphone, para llamarlas camino de la parada más próxima, indicarles nuestro destino y abonar el servicio. Con la ventaja de viajes directos, nada de detenerse en cada parada.
¿Y a escala de ciudad? Una infraestructura elevada y de sencilla implantación como ésta nos abre nuevas posibilidades. Todo espacio público, y privado si le interesa a su propietario, es susceptible de utilizarse. A día de hoy tienen que convivir en superficie itinerarios rodados con su amplia variedad de vehículos, desde trailers a bicicletas, con recorridos peatonales. Las interferencias entre unos y otros son peligrosas y complicadas para todos, y a menudo obligan a las carísimas, tanto económicamente como en superficie requerida e impacto visual, intersecciones a varias alturas. Y donde además el que siempre sale perdiendo es el peatón.
Magufadas a parte, que ya hay quien demoniza el sistema por los efectos de los campos magnéticos sobre el cuerpo humano, inconvenientes seguro que también los tiene. La pérdida de privacidad en las primeras plantas de edificios residenciales parece la más obvia. Aunque me inclino a pensar que la mayoría vendrán en función de cómo se implante más que del propio sistema en sí. Su uso efectivo nos descubrirá sus principales defectos.
Volviendo a la reflexión inicial, imagino una ciudad del futuro libre totalmente de tráfico rodado privado, con una ingente cantidad de suelo liberado y puesto a disposición del ciudadano. Ni un solo coche aparcado a la vista, sin cambios de nivel en las aceras cada vez que aparece un garaje. Sin aceras directamente y caminando por el centro de la calle. Alquilando automóviles para desplazamientos largos, y convertidos en objetos de recreo o coleccionismo de quienes disfruten conduciendo fuera de la ciudad.
La morsa era yo usa cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso AceptarMás información
Uso de Cookies
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.