Si la arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz, ¿qué pasa si le añadimos música? A esta pregunta parece responder Beatcam, el primer corto del artista visual Óscar González Díez para su sello Plastic Sound.
Un espacio delimitado y vacío, que se llena de contenido gracias a la luz que penetra o se proyecta sobre sus paredes al ritmo que marca la música.
[vimeo http://vimeo.com/84659937]
Vía un tweet de @autoy