Uno de los primeros episodios que grabé para el micropodcast allá por el 2012, y que no llegué a publicar precisamente por problemas durante la grabación, iba sobre impresión 3D. En él jugaba a vaticinar lo que suponía llegaría a convertirse esta tecnología y el uso que le daríamos todos nosotros en nuestros hogares.
Creía y sigo creyendo que llegará un momento en que ya no nos salga rentable por espacio, precio y sobre todo uso, tener una impresora normal en nuestras casas, y sin embargo no podremos prescindir de tener una 3D. Pero tendremos que esperar a que se solucionen ciertos problemas.
Uno de ellos es el acabado de las piezas como bien comentaban en el episodio 3 del podcast del GumCam. Y por eso me sorprendió el modelo de negocio de LEBLOX, hacer una virtud de ese defecto, centrarse en figuras elaboradas por adición de pequeños cubitos consiguiendo esa estética 8 bits que tanto nos gusta.
De esto hablo en LEBLOX: 3D de 8bits en el mundo real, mi pasada colaboración en Cosas de Arquitectos.