Establecer habitats humanos más allá de la Tierra es una tarea pendiente pero inevitable. Llegado el momento tendremos que decidirnos si terraformar algún planeta o satélite, o crear algo capaz de albergarnos en la órbita de alguno de ellos. Afortunadamente ya existen modelos perfectamente funcionales en teoría, y lo que es aún más asombroso, el mayor problema que afrontar para su construcción es el económico.
En mi pasada colaboración en Cosas de Arquitectos hablo de colonias espaciales cilíndricas, del ‘Cilindro de O’Neill’ en concreto: Las colonias espaciales de Gerard K. O’Neill.