Es complicado ser objetivo al 100% al escribir una reseña de cualquier cosa. Pero si encima se trata de un proyecto de esos que te entran por los ojos, conoces a unos cuantos de los culpables que hay detrás de él, y encima se sobrepasan tus expectativas iniciales en cuanto lo saboreas, es que además le coges cariño.
Así que no espereis objetividad en la reseña que he realizado sobre la revista Bartlebooth en Cosas de Arquitectos. Lo que intenté con ella es transmitir mis sensaciones, y sobre todo, convencer al mayor número de gente posible que se haga con un ejemplar.